viernes, 14 de agosto de 2015

LA MOTIVACIÓN 

La motivación es un término genérico que se aplica a una variada serie de impulsos, deseos, necesidades, anhelos y fuerzas similares. Tengamos en cuenta que debido a la profunda relación existente entre la motivación y la conducta humana, las distintas parcelas del saber han ofrecido su propia visión acerca del tema. Así, generalmente, los investigadores la han definido en función de su educación y antecedentes académicos, aproximándola a su ámbito de estudio particular. En consecuencia encontraremos que, por ejemplo, ingenieros, sociólogos, psicólogos y economistas aportan, cada uno, su propia definición del concepto. Como punto de partida obligatorio en el estudio de la motivación humana debemos referirnos al concepto de “motivo”, del que existen multitud de definiciones. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, en su vigésimo segunda edición, define “motivo” como “lo que mueve o tiene eficacia o virtud para mover”, o “la causa o razón que mueve a hacer algo”, mientras que para el Diccionario Enciclopédico Grand Larousse es “toda causa de orden intelectual que produce o tiende a producir una acción voluntaria” así como “la experiencia consciente o estado subconsciente que determina la conducta social o comportamiento de un individuo en una situación social dada”. Para Genescá (1977: 1), el motivo es el componente teleológico del comportamiento, es decir, la finalidad que con el mismo se persigue o su razón de ser. Castillo (1992: 10) sintetiza bien el concepto a través de la siguiente definición “motivo es toda causa interna de orden intelectual, consciente o subconsciente, que puede activar una acción voluntaria e inducir a un comportamiento concreto en una situación social dada”. El motivo es, pues, el elemento generador del comportamiento o su razón de ser.


De todo lo anterior se pueden extraer los siguientes elementos que caracterizan el concepto de motivo: - Su carácter teológico, puesto que evoca finalidades. - Su naturaleza causal, ya que es la razón que explica un determinado resultado (comportamiento). - Su naturaleza interna, intelectual y personal, puesto que es un estado de la mente del sujeto. - Su orientación hacia un resultado, puesto que el motivo dirige, canaliza, activa o mueve al individuo a desarrollar un determinado comportamiento. Centrándonos en el ámbito del trabajo, motivo sería la fuerza interior que empuja a la gente a trabajar y a cuidar su tarea (Infestas, 2001)8 o esa “misteriosa” cualidad que impulsa al trabajador a emprender la acción para ejecutar la tarea. Es un estado interno que activa o induce a algo; es lo que da energía, dirige, encauza y sostiene las acciones y el comportamiento de los empleados (Gamero, 2005: 34). Para el caso del trabajo en construcción, Warren (1989: 2), un ingeniero con 35 años de experiencia laboral en el sector, la define como “combination of influences that causes the craftsman to want to do a job as quickly as possible consistent with safety and quality goals while cooperating with his fellow craftsmen in execution of the project as a whole”. Por su parte, el término motivación tiene un significado dinámico al incorporar una acción: la motivación representa el proceso que rige las preferencias entre las distintas formas de actividad voluntaria, atribuyendo al sujeto la posibilidad de elegir entre varias conductas. Puede decirse entonces que la motivación es el mecanismo psicológico que subyace a un comportamiento dirigido a un fin y que puede presentar grados variables de activación, dependiendo de la intensidad con que el fin es deseado. La motivación es, por tanto, un concepto multidimensional que apela a las nociones de dirección (el objetivo), de intensidad (grado de esfuerzo) y de duración (la continuidad del esfuerzo). Siguiendo la misma idea se puede afirmar que la motivación es el proceso que despierta la acción, sostiene la actividad en progreso y regula el patrón de actividad. La motivación es, de hecho, un proceso en el que la pasividad no tiene lugar (Claver et al., 1996: 299). Bajo otra acepción, también se entiende que motivación es la acción encaminada a impulsar el comportamiento de otras personas en una dirección que se estima conveniente. Éste es el significado que normalmente se atribuye a la motivación en la empresa, es decir, la función directiva encaminada a inducir el comportamiento de los trabajadores hacia los intereses de la organización. También como intento de despertar en el individuo la dinámica de trabajo mediante diversos sistemas de dirección (remuneración de iniciativas, fijación de objetivos, competitividad, etc.). En este sentido decimos que cuando alguien está motivado en el trabajo trata de poner todo su empeño y se esfuerza por conseguir y cumplir los objetivos de la empresa.


                                         

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